Washington, 25 feb (Prensa Latina) La próxima parada de las primarias en Estados Unidos será Carolina del Sur el 29 de febrero, donde aspira a consolidarse Bernie Sanders como paladín de los demócratas en esta carrera por la Casa Blanca.
Según expertos, Sanders se adentra en aguas inciertas en busca de la conquista del voto afroamericano, después de demostrar que sedujo a un buen porcentaje de los jóvenes y los hispanos.
La contundente victoria en los caucus de Nevada de este pasado fin de semana parece señalar la llegada de la hora del todos contra Bernie en la superpoblada carrera por la nominación demócrata.
Para algunos expertos, serán aguas turbulentas, aunque no por falta de prueba.
En ese mismo Estado, Sanders perdió las primarias de 2016 frente a Hillary Clinton por una monumental paliza con 14 por ciento frente al 86 por ciento de su contrincante.
Ahora tiene en Joe Biden a su mayor obstáculo en el sur; con casi 30 por ciento de intención del voto negro, el exvicepresidente de Barack Obama, con resultados decepcionantes, está colocado a la cabeza de las encuestas en el primer Estado sureño en votar.
El caucus en Carolina del Sur será este próximo sábado y las encuestas marcan la tendencia hacia Biden, con 24,5 por ciento; Sanders, 21,5; Pete Buttigieg y Elizabeth Warren en pelea por superar al millonario Tom Steyer, ocupante del tercer lugar.
De acuerdo con la analista Yolanda Monge, la campaña de Sanders deberá probar el próximo sábado su capacidad para solventar los desaciertos que causaron su derrota en 2016.
Entre otros se cuentan una plantilla poco diversa, demasiado masculina, demasiado blanca y ajena a los problemas de la comunidad negra.
Según Monge, el resultado de Carolina del Sur será determinante para declarar oficial lo oficioso: que el establishment demócrata se encuentra en modo pánico ante la posible candidatura demócrata de Bernie Sanders a la Casa Blanca.
Según Matt Bennett, del grupo de centro izquierda Third Way, nunca antes tanta gente me llamó o envió mensajes y correos electrónicos como después de los caucus de Nevada para expresar su pesimismo y pesadumbre, explica en la publicación Politico.
En opinión de Bennett, los demócratas moderados consideran que la victoria de Sanders en las primarias supondría una reelección asegurada de Donald Trump.
«Se trata de ese sentimiento de estar cayendo hacia el abismo irremediablemente. Además, creo que también perderíamos la Cámara de Representantes (recuperada en 2018). Hoy es el día que más deprimido he estado nunca en política», insistió.
Jim Cowan y Jim Kessler, presidente y vicepresidente de Third Way, consideran que la agenda política de Sanders le hace, por definición, inelegible para la presidencia, pues consideran que Estados Unidos nunca ha optado por un presidente tan a la izquierda.